EL GATO NEGRO DEL TEMPLO DE DEBOD (HILO)

En el pequeño promontorio llamado Montaña del Príncipe Pío —en honor a uno de sus antiguos propietarios, el Príncipe Pío de Saboya— es donde se llevaron a cabo los fusilamientos del 3 de mayo de 1808, retratados magistralmente por Francisco de Goya y Lucientes en su famoso cuadro, testimonio atemporal de los desastres de la guerra que hoy se puede contemplar en el Museo del Prado.

Años después, en 1936, en ese mismo lugar se escribió uno de los primeros capítulos negros de la Guerra Civil. El 20 de julio de ese fatídico año se produjo el asalto al Cuartel de la Montaña, que estaba situado en aquel cerro. El suceso nos dejó duras imágenes para el recuerdo; imágenes que, como el cuadro de Goya, reflejan la crudeza de la guerra. Esta, tomada por el fotógrafo Alfonso Sánchez Portela, resulta difícil de olvidar, dada su extremada crudeza. En ella aparece el suelo del patio del cuartel cubierto de cadáveres.